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sábado, 30 de octubre de 2010

Estuvimos en Sevilla




Misión cumplida.
Nosotros queríamos poner nuestro granito de arena y lo pusimos yendo a Sevilla el 23 de octubre. Ese día concluía el IX Congreso de la Federación Internacional de Profesionales del Aborto y la Contracepción, declarado de “salud pública” y de “interés científico”, que ha contado con soporte institucional, ya que ha sido patrocinado por el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía.
En realidad, ha sido una reunión para intercambiar experiencias y hablar sobre nuevas técnicas para exterminar niños antes de nacer. Todo ello, apoyándose en que quieren hacer abortos “más seguros” para ayudar a la mujer que decide no traer su hijo al mundo.
Los que defendemos la vida, a la mujer y la maternidad también nos reunimos en Sevilla, frente al hotel en el que se celebraba aquello que alguien calificó como “aquelarre de abortistas”. Estuvimos alrededor de 10.000 personas.
Desde Córdoba, Fuente Palmera y La Rambla, en autobús (otros en tren y coches particulares), cincuenta y cinco cordobeses defensores de la vida nos desplazamos hasta allí para asistir a una concentración en protesta por la celebración de dicho “congreso”. Algunos de los que hemos asistido somos miembros de Derecho a Vivir y de la Plataforma “Córdoba, por el derecho a la vida”, ya que pertenecemos a asociaciones integradas en ella (ADEVIDA, RED MADRE y Adoratrices “FUENTE DE VIDA”) y no podíamos dejar de estar presentes en un acto en el que había que proclamar la vida como el primero de todos los derechos humanos.
Tuvimos la oportunidad de escuchar a tres médicos de los auténticos, de los que cumplen su Juramento Hipocrático “No administraré abortivo a mujer alguna”, como dijo el Dr. José Manuel Albiac, profesor especialista en Radiología y Hermano Mayor de una Hermandad sevillana, quien recordó, además, que “El mandamiento de Dios es formal: "No matarás" y “La vida, al mismo tiempo que un don, es una responsabilidad recibida como un "talento" y hay que hacerla fructificar”. Añadió después que “las Hermandades son las primeras en defender la vida” y las animó a “contribuir con nuestras oraciones, a la formación de los jóvenes y a colaborar con fundaciones y asociaciones defensoras de la vida”.
La Dra. Gádor Joya, pediatra y portavoz nacional de Derecho a Vivir, afirmó que “los médicos nos dedicamos a salvar vidas y curar y no aceptamos a aquellos que acaban con la vida de seres humanos”.
El Dr. Esteban Rodríguez, portavoz de “Ginecólogos por la vida”, con valentía, se identificó como “un profesional de la salud de la mujer y no de la contracepción y la muerte” e “intolerante y radical, como la mayoría de los médicos, con la idea de considerar que un hijo antes de nacer no es un ser humano, con el maltrato a la mujer, con los que se enriquecen con el sufrimiento ajeno y con la negación de los derechos humanos” y añadió: ”Y con la defensa de la verdad, porque en un aborto siempre hay un ser humano que muere, otro que mata y otro, la mujer, que sufre las consecuencias”.
La canción de J.L. Perales “Que canten los niños” que acompañamos con nuestras voces, a todos nos puso un nudo en la garganta cuando decíamos “yo canto para que me dejen vivir” o “que canten por esos que no cantarán porque han apagado su voz”.
El 23 de octubre, Sevilla se convirtió en capital de la vida y los cordobeses que allí estuvimos nos sentimos satisfechos de haber contribuido a ello con nuestra presencia. Además, los que somos cristianos sabemos que la vida es un don de Dios que debemos salvaguardar como el mejor de los tesoros y que sólo Él es el Señor de la vida desde el inicio hasta su término. Por eso, seguiremos estando donde sea necesario para gritar con todas nuestras fuerzas que “Todos tienen derecho a nacer”.

Mª José De Francisco Alcázar.
Comisión Coordinadora de la Plataforma “Córdoba, por el derecho a la vida”.

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