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lunes, 31 de octubre de 2011

Propuesta de Ley a favor del feto en Misisipi

Según publica el Diario Ya, Misisipi votará el próximo 8 de noviembre en sus elecciones del Estado una propuesta a favor de la vida . Los votantes tendrán en sus papeletas la conocida como Proposición 26, una enmienda a la Constitución estatal que declarará, en caso de aprobarse, al óvulo fertilizado como una persona. La idea que persigue la enmienda es muy sencilla: si por ley la vida comienza en el momento de la fertilización, entonces el aborto se hace legalmente imposible porque constituye asesinato.
El aborto fue legalizado por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 1973. La Enmienda 26 -Enmienda de Personificación- ha sido rechazada por dos veces en los últimos años por votantes de Colorado. Pero el movimiento a favor de la 'humanización del embrión' tomó impulso en Misisipi y cuenta con mucho apoyo, desde los aspirantes a fiscales generales hasta los dos candidatos -demócrata y republicano- que aspiran a la casa del Gobernador.


Aunque desconocemos el contenido exacto de la propuesta, desde este blog se nos ocurren dos salvedades:
1.- Un óvulo fecundado es una persona. Lo dice la ciencia, independientemente de creencias, religiones o leyes.
2.- Lo que debe hacer la ley es declarar a esa persona susceptible de derecho.

Estamos en una sociedad donde todo es opinable y la verdad solo paracer existir en las mayorías. Una buena propaganda puede conducir a la opinión pública a conclusiones aberrantes, pero hay verdades que están por encima de esa opinión. Así pues, estas estrategias pueden convertirse en un arma de doble filo, ya que pueden convertir en opinable lo que científicamente no lo es.

Julio Ortega

Para ver la noticia:


http://www.diarioya.es/content/misisipi-votará-una-enmienda-a-la-constitución-que-declara-un-óvulo-fertilizado-como-una-per

domingo, 9 de octubre de 2011

Carta del que fue rey de aborto

El pasado 21 de febrero falleció Bernard Nathanson, el médico que de rey del aborto, como se le llamó, pasó a convertirse en uno de los más importantes defensores de la vida humana desde la concepción

En 1992 escribió una carta pública que constituye un testimonio excepcional y una advertencia a tener muy en cuenta sobre cómo se ejerce la presión abortista para legalizar el crimen del aborto: falsificar estadísticas, jugar la carta del anticatolicismo e ignorar la evidencia científica

A continuación os remitimos la carta
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Carta abierta del Dr. Bernard Nathanson (1992):

Soy responsable directo de 75.000 abortos, lo que me empuja a dirigirme al público poseyendo credibilidad sobre la materia.
Fui uno de los fundadores de la Asociación Nacional para Revocar las Leyes sobre el Aborto en los Estados Unidos en 1968. Entonces una encuesta veraz hubiera establecido el hecho de que la mayoría de los norteamericanos estaban en contra de leyes permisivas sobre el aborto. No obstante, a los 5 años conseguimos que la Corte Suprema legalizara el aborto, en 1973. ¿Cómo lo conseguimos? Es importante conocer las tácticas que utilizamos, pues con pequeñas diferencias se repitieron con éxito en el mundo occidental.
Nuestro primer gran logro fue hacernos con los medios de comunicación; les convencimos de que la causa proaborto favorecía un avanzado liberalismo y, sabiendo que en encuestas veraces seríamos derrotados, amañamos los resultados con encuestas inventadas y las publicamos en los medios; según ellas, el 60% de los norteamericanos era favorable a la implantación de leyes permisivas de aborto. Fue la táctica de exaltar la propia mentira y así conseguimos un apoyo suficiente, basado en números falsos sobre abortos ilegales que se producían en USA. Esta cifra era de 100.000 (cien mil) aproximadamente, pero la que reiteradamente dimos a los medios de comunicación fue de 1.000.000 (un millón).Y una mentira lo suficientemente reiterada, la opinión pública la hace verdad.
El número de mujeres que morían anualmente por abortos ilegales oscilaba entre 200 y 250, pero la cifra que continuamente repetían los medios era de 10.000, y a pesar de su falsedad fue admitida por muchos norteamericanos convenciéndoles de la necesidad de cambiar las leyes sobre el aborto.
Otro mito que extendimos entre el público es que el cambio de las leyes solamente implicaría que los abortos que se practicaban ilegalmente pasarían a ser legales. Pero la verdad es que actualmente el aborto es el principal medio para controlar la natalidad en USA. Y el número anual de abortos se ha incrementado en un 1.500%, 15 veces más.
La segunda táctica fundamental fue jugar la carta del anticatolicismo. Vilipendiamos sistemáticamente a la Iglesia Católica, calificando sus ideas sociales de retrógradas; y atribuimos a sus jerarquías el papel del “malvado” principal entre los opositores al aborto permisivo. Lo resaltamos incesantemente. Los medios reiteraban que la oposición al aborto procedía de dichas jerarquías, no del pueblo católico; y una vez más, falsas encuestas “probaban” reiteradamente que la mayoría de los católicos deseaban la reforma de las leyes antiaborto. Y los tambores de los medios persuadieron al pueblo norteamericano de que cualquier oposición al aborto tenía su origen en la jerarquía católica, y que los católicos proaborto eran los inteligentes y progresistas. El hecho de que grupos cristianos no católicos, y aún ateos, se declarasen pro-vida fue constantemente silenciado.
La tercera táctica fundamental fue denigrar o ignorar cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción.
Frecuentemente me preguntan qué es lo que me hizo cambiar. ¿Cómo pasé de ser un destacado abortista a un abogado pro-vida? En 1973 llegué a ser Director de Obstetricia en una gran Hospital de la ciudad de Nueva Cork, y tuve que iniciar una unidad de investigación perinatal; era el comienzo de una nueva tecnología, que ahora utilizamos diariamente para estudiar el feto en el útero materno. Un típico argumento proaborto es aducir la imposibilidad de definir cuando comienza el principio de la vida, afirmando que ello es un problema teológico o filosófico, no científico. Pero la fetología demuestra la evidencia de que la vida comienza en la concepción y requiere toda la protección de que gozamos cualquiera de nosotros.
Usted podría preguntar: ¿Entonces, porqué algunos doctores, conocedores de la fetología, se desacreditan practicando abortos?
Cuestión de aritmética: a 300 dólares cada uno, un millón quinientos cincuenta mil (1.550.000) abortos en los Estados Unidos, implican una industria que produce 500 millones de dólares anualmente. De los cuales, la mayor parte van a los bolsillos de los doctores que practican el aborto.
Es un hecho claro que el aborto voluntario es una premeditada destrucción de vida humanas. Es un acto de mortífera violencia. Debe reconocerse que un embarazo inesperado plantea graves y difíciles problemas. Pero acudir para solucionarlo a un deliberado acto de destrucción supone podar la capacidad humana de recursos de seres humanos; y, en el orden social, subordinar el bien público a una respuesta utilitarista.
Como científico no creo, yo sé y conozco que la vida humana comienza en la concepción. Y aunque no soy de una religión determinada, creo con todo mi corazón que existe una divinidad que nos ordena finalizar para siempre este infinitamente triste y vergonzoso crimen contra la humanidad.