CATÓLICOS Y POLÍTICA
Para cualquier político, independientemente de su ideología, su actividad debe estar dirigida a la consecución de la justicia y el bien común dentro del conjunto de la sociedad. Pero a un político católico se le exige algo más: luchar por la protección de los más necesitados, los pobres, los ancianos y los más débiles entre los débiles, los no nacidos, a los que se pretende eliminar, convirtiendo, por ley, lo que no es más que un vil asesinato.
Hoy más que nunca, en esta sociedad laicista y descristianizada, los católicos tenemos que impedir, sin violencia, pero con firmeza, que leyes inhumanas y antinaturales, inspiradas por una irracional ideología de género, lleguen a aprobarse en el Parlamento. Para ello no contamos con más medios que la denuncia constante y la manifestación pacífica masiva, algo que en un país democrático sería suficiente para hacer desistir a los gobernantes, pero en España, por desgracia, la democracia asentada sobre principios éticos ha sido conculcada por el radicalismo ideológico y el relativismo moral.
Antonio Ruiz-Cabello Sanz
Para cualquier político, independientemente de su ideología, su actividad debe estar dirigida a la consecución de la justicia y el bien común dentro del conjunto de la sociedad. Pero a un político católico se le exige algo más: luchar por la protección de los más necesitados, los pobres, los ancianos y los más débiles entre los débiles, los no nacidos, a los que se pretende eliminar, convirtiendo, por ley, lo que no es más que un vil asesinato.
Hoy más que nunca, en esta sociedad laicista y descristianizada, los católicos tenemos que impedir, sin violencia, pero con firmeza, que leyes inhumanas y antinaturales, inspiradas por una irracional ideología de género, lleguen a aprobarse en el Parlamento. Para ello no contamos con más medios que la denuncia constante y la manifestación pacífica masiva, algo que en un país democrático sería suficiente para hacer desistir a los gobernantes, pero en España, por desgracia, la democracia asentada sobre principios éticos ha sido conculcada por el radicalismo ideológico y el relativismo moral.
Antonio Ruiz-Cabello Sanz
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